Los consumidores son cada vez más exigentes, valoran no sólo la calidad de un producto, si no el behind the scenes, cuál es la historia de ese producto y cómo se compromete la empresa con el entorno en el que vive. Para construir nuestras relaciones B2B debemos hacer de la sostenibilidad el corazón de nuestro proyecTO
Sostenibilidad, quizá una de las palabras más utilizadas en los últimos tiempos. La escuchamos tanto, en tantos sitios y aplicada a tantos contextos diferentes, que hasta nos llega a cansar un poco. Si vemos que una marca o empresa está diciendo que es sostenible o eco friendly, uno de los primeros pensamientos que nos viene a la mente es “otros más hablando de ser sostenibles cuando los componentes de sus productos no lo son, o en su cadena de producción no respeta condiciones laborales justas”. Y es que no sólo hay que parecer sostenible, si no que además, hay que serlo.
Según la definición de la Real Academia Española, sostenibiliad viene del adjetivo sostenible: “especialmente en ecología y economía, que se puede mantener durante largo tiempo sin agotar los recursos o causar grave daño al medio ambiente”. ¿Qué queremos como empresas si no durar en el tiempo, estableciendo una relación sólida y duradera con el entorno en el que vivimos sin dañarlo?
Cada día los consumidores de los mercados B2B y B2C son más exigentes, valoran la calidad de los productos pero también su historia, todo lo que hay detrás, y cómo se involucran las marcas y las empresas en cuestiones de responsabilidad social, medioambientales y de innovación.
Por lo tanto, la sostenibilidad B2B es el eje principal a la hora de desarrollar nuestros proyectos, ya que la utilización de productos y materiales respetuosos con el medio ambiente beneficia tanto a la empresas implicadas como al conjunto de la sociedad, que es lo que cada día nos piden más los consumidores, que nos mojemos como empresas, que vayamos más allá, que devolvamos al entorno en el que vivimos algo, a cambio de nuestro propio beneficio.
Sostenibilidad como centro del modelo de negocio
En el pasado, los modelos de negocio incluían la sostenibilidad como una pata más dentro del modelo. Hoy en día, para transformar la conducta, debemos hacer precisamente lo contrario, que la sostenibilidad sea el corazón del proyecto, que esté integrada de forma transversal en todas las áreas de la empresa. Para ello podemos apoyarnos en:
- El concepto Triple Bottom Line (Triple cuenta de resultados). Este concepto, acuñado por primera vez en 1994 por John Elkington, sugiere a las compañías que preparen tres cuentas de resultados: la tradicional, el beneficio de la empresa; una segunda de personal, para medir de alguna forma si la compañía es socialmente responsable en sus operaciones, y la tercera es la contabilidad del planeta, medir la responsabilidad medioambiental de la empresa. Así, podremos medir nuestros resultados tangibles e intangibles.
- Los stakeholders. Como empresas en nuestras relaciones B2B, interactuamos con diferentes grupos de interés, desde los propios empleados hasta los proveedores, pasando por organismos públicos, accionistas, medios de comunicación etc. Si generamos códigos de conducta internos que garanticen que el desarrollo de las actividades ordinarias de nuestros stakeholders sea sostenible, todos ganamos, es un win-win. Se trata de una relación fluida, basada en el respeto y la confianza.
Y es que cambiar el lenguaje es fácil, transformar la conducta lleva más tiempo. Por eso, es necesario un cambio en la mentalidad de los consumidores, una cultura sostenible que alcance todos los niveles (empresarios, consumidores y ciudadanos). Si la mente de los consumidores se modifica según las comunicaciones que reciben, podemos desde nuestra empresa y las relaciones que establecemos con nuestros stakeholders, empezar una transformación transversal, basada en la educación y formación, con el compromiso de Reducir – Reutilizar – Reciclar.
Los 4 compromisos de las 3R
- Compromiso con la sociedad. Mejorar la calidad de vida de las personas con productos o servicios que tengan un valor añadido. Una estructura dinámica y abierta nos permitirá estar en contacto con los cambios y necesidades de nuestro entorno, asimilando las tendencias y convirtiéndolas en soluciones. La innovación, la mejora continúa y el conocimiento del entorno es lo que nos hará ser líderes en nuestro campo.
- Compromiso con nuestro equipo. Como ya hemos comentado en múltiples ocasiones, el principal activo de una empresa son sus trabajadores, es su capital más preciado. Facilitar un bienestar laboral para mejorar juntos crea un equipo sólido y contento, que se identifica con su tribu, que aporta su energía, haciendo que sean las personas las que marquen la diferencia, y es que, tal y como afirma Miguel Burdeos, CEO de SPB “un trabajador más sano y más feliz será más creativo y más productivo”.
- Compromiso con los proveedores. Aunar estrategias y compartir objetivos con los proveedores, construir relaciones sólidas y estables, basadas en la transparencia y las buenas prácticas, son la base para crear sinergias en beneficio de todos. Los proveedores son el camino hacia la innovación. Si al talento de una empresa le añades el talento de sus proveedores, sumas fuerzas con una I+D+I más eficiente. Al fin y al cabo, uno de nuestros objetivos B2B es que los negocios de nuestros proveedores funcionen tan bien como el nuestro.
- Compromiso con el medio ambiente. Es necesario aprovechar la experiencia, tecnología e innovación para reducir al máximo el impacto en el medio ambiente, no sólo en los productos, si no también en los procesos y operaciones. El respeto por el medio ambiente tiene que formar parte del ADN de nuestra empresa.
Un ejemplo de cómo integrar la sostenibilidad en el core de un proyecto o empresa es el llevado acabo por The Ocean Race, la vuelta al mundo a vela por equipos y etapas, anteriormente conocida como la Volvo Ocean Race. Desde el inicio, el compromiso de The Ocean Race con el medio ambiente siempre ha estado presente, pero fue quizá en la edición de 2017-18 cuando la organización de la regata dio un paso más y lo integró de manera transversal. Edificado sobre el legado de esta última edición, articula para la regata 2021-22 un innovador programa “Racing with Purpose” (Competir con un propósito), para ayudar a restaurar la salud de los océanos en colaboración con 11th Hour Racing. Además de haber llevado a cabo exitosos Summits sobe medio ambiente y sostenibilidad en varias ciudades del mundo por las que pasa la regata, ha implantado un programa educativo que llega a más de 160.000 niños en 54 países.
Si vencemos la resistencia al cambio que se puede producir, bien por desconocimiento o bien por darle menos importancia de la que merece el tema, crearemos empresas más sólidas y duraderas en el tiempo, que aporten un valor a nuestro entorno con Zero waste .

